Wednesday, December 07, 2005

Hoy me pinto patriota... ummm no creo...


El pasajero arriva al aeropuerto de Barajas, se pone los lentes espejados, se los acomoda bien arriba de su nariz, mira por sobre su hombro, primero hacia la derecha y luego hacia su izquierda, respira profundo, saca pecho y piensa... Que groso soy!!! Ese pasajero arribo por Aerolíneas Argentinas. Esa persona es argentina. Se encuentra con un ordenanza que casualmente barría por el mismo sector que el pisaba en ese momento. El también es argentino. Te podes correr, che!! Le espeta en ese instante una mezcla de soberbia y prepotencia lo transporta inmediatamente a cualquier aeropuerto argentino. El pasajero se baja lentamente los lentes lo mira y sin mediar una fracción de segundo más lo abraza elocuentemente
- Mira donde nos venimos a encontrar, che.¿ De donde sos? ¿De Flores?, ¿De Palermo?, de San Telmo debes ser vos...
Cualquiera que vea la imagen congelada, la polaroid del momento, diría, son íntimos, se conocen de toda la vida. No, en absoluto, nunca se habían visto hasta ese instante. Son solamente dos argentinos, que se encuentran por ahí, como tantos otros, que escaparon de las pobrezas de la globalización, que tan bien suena, que tan mal hace en los países del tercer mundo. Pero volvamos a nuestros personajes.
Los palmazos del abrazo suenan en la espalda del ordenanza, y este con una mezcla de vergüenza ajena, de persona que hace mucho que esta arraigada en un lugar y que conoce las costumbres de los habitantes, no solo por adoptarlas para si, sino para camuflarse, perderse entre la multitud, no ser argentino en una país extraño, lo separa rápidamente. Trata, sin éxito debemos decir de fingir un acento español, un
- Oste me confunde...
Era tarde. El te podes y el che son marcas que se llevan a fuego en la personalidad.
- Pero que me decis ridículo, reclamo el pasajero 223 del vuelo arribado hoy de Ezeiza, Argentina.
- Nada, hacete el boludo que nos están viendo todos, incluido mi jefe, tratando de zafar nuevamente de la situación.
- Ok, pero a mi no me importa un jocara. ( otro signo claramente argentino hablar de atrás para adelante. Jocara = Carajo. )
- Pero a mi si. Es mi laburo y bastante me costó conseguirlo. Bueno qué quéres porque ni siquiera nos conocemos.
- Bueno loco que carácter, como te cambia la vida Europa, si estas barriendo mierda para los gallegos!! Que te haces el agrandado!! No quiero nada, solo fue la emoción de ver un compatriota.
En argentina nadie escucha tango diariamente, odiamos a los compatriotas. En el exterior, Gardel es lo más grande que hay y un argentino es lo mejor que nos puede pasar, aunque no lo conozcamos. Es casi tan bueno como que la cajera se equivoque en darnos el vuelto. Jodete. boluda!!!
Todo argentino que se precie de tal, desprecia el patriotismo hasta que algún deportista nacional y compatriota, ahora si, es campeón del mundo en algo. Hasta ayer era un boludo, hoy es un ídolo. Ahí nos brota la sangre celeste y blanca, y si es fútbol ni hablar. Ahora una vez que el ídolo deja el deporte en cuestión, lo exiliamos, lo mandamos lejos, lo drogamos, lo engordamos, lo adelgazamos y lo proclamamos dios.
Argentina es un país para vivirlo en los folletos de turismo. El día a día es un deporte de alto riesgo. Una carrera de aventuras en botes pinchados, en bicicletas atadas con alambre o con el piolín de la caja de pizza. Cualquier cosa puede pasar.
Vamos Argentina, Carajo!!! Pero ¿A dónde vamos? Una meta, un objetivo claro. No hay. No hubo. ¿Habrá?