Monday, June 22, 2009

Fifteen


Hace un tiempo ya, 15 años para ser un poco mas precisos, naciste. Imposible olvidar tu primera imagen. En la cunita de acrílico de la nursery, boca abajo, con las manos apoyadas y la cabeza levantada, observando, tu nuevo espacio. Fue un tanto revelador. No ibas a ser una nena común. Y no lo sos. Nunca lo fuiste.
De chica aprendiste como manejarte sola, o al menos intente enseñarte eso.
Vivías todo con una inmensa alegría.
Eras alegre. Todo sonrisa. Seguís siendo así.
Ayer mientras mirábamos las fotos para tu video, me di cuenta de algunas cosas que uno repara con el tiempo. Que tu elemento de juego era una cámara de fotos, el manejo de la imagen, actividad que compartimos; que en todos los niveles fuiste abanderada, actividad que no compartimos, que en todas las edades sos hermosa.
Para mi ultimo cumpleaños me escribiste una carta, que realmente me hizo dar cuenta de lo grande que estas, de lo madura que sos, de lo orgulloso que estoy de vos, de lo bien que escribís (me hiciste llorar como un perro) pero por sobre todo, me di cuenta de que debo confiar en vos, en lo que vos me contas, en como te críe y en tu sentido de la responsabilidad. Por mi parte hice un buen trabajo.
Y también comparto algo que dijiste. Somos muy iguales.
En los criterios estéticos, en la elecciones, en nuestro humor acido y mordaz, en el cine que nos gusta, en la música que compartimos. En tu defensa de tu punto de vista. En nuestra manera de ver la vida cotidiana.
Ayer con tu regalo del día del padre quedo demostrado. Elegiste el regalo que yo había elegido entre mas de 20 modelos. Esa era la que yo quería, y vos sin saber la compraste.
En 15 años, fuiste una hija ejemplar. Rectifico, lo sos. Yo creo en vos y te apoyo el 100% en tus decisiones.
Cuando eras chica te desee que emprendas lo emprendas, tuvieras el viento en la espalda. Era una manera de desearte lo mejor. El empuje extra que todos debemos tener.
Viendo como te comportas, veo que supiste mover las velas para buscar el mejor viento y avanzar. Eso me llena de orgullo.
Muchas veces me dijeron que nosotros dos formábamos un círculo perfecto, que nadie podía entrar en él, que era nuestro y privado. Es cierto. Y es mas profundo que eso. Nosotros dos lo sabemos bien. Y como es privado, no lo explicamos, no?
Nada ni nadie puede empañar eso. Porque es mas profundo que estar juntos circunstancialmente. Nosotros estamos cada uno dentro del otro. Y eso es inseparable.
Nuestro vinculo, fue, es y será único e irremplazable. Porque sale sin esfuerzo, porque cada vez que nos miramos a los ojos sabemos que esta pensando el otro.
Y porque además, además de ser una persona única, sos Manu, mi hija.
La de siempre, la que vive con alegría, la que me llena de orgullo, mimos y abrazos cada vez que pasamos cerca uno del otro, la que hace un tiempo ya, 15 años para ser un poco mas precisos cambio mi vida para siempre.