Wednesday, February 22, 2006

Se me ocurrió volver….

Estaba en casa pensando en el futuro, lamentando el pasado y perdiéndome el presente y me dije, escribite algo y publícalo….
OK, ahí va…
Grandes Historias sin un desenlace aparente….

José Maria Tartaputo, era un triste oficinista hacia ya treinta años, había llegado al puesto máximo que podía acceder, hace quince años atrás, jefe de sección. Su sección se llamaba Clasificación de objetos perdidos en días de lluvia en la calle Arenales, vereda par.
Trabajaba en cooperación, con devolución de objetos perdidos de la calle Arenales, vereda par y en oposición con Destrucción de objetos perdidos de la calle Arenales vereda par.
Parece ser que en plena época de militares, algunas personas sabían demasiado, entonces un militar de nombre, Caracciolo creo una oficina secreta de objetos perdidos, para poner a trabajar a estas personas y “desaparecerlas”. Se les decía, que era un ente secreto para la devolución de cosas perdidas, por ende nadie debía saber donde trabajaban ni en que.
Las oficinas estaban divididas por calle.
Todos los objetos perdidos, en todas las calles arenales, de todas las ciudades del país, de todas las veredas par, iban a parar a nuestro amigo Tartaputo.
Había tambien la oficina vereda impar y otras calles, como Las Heras, Juan B Justo, etc.
En treinta años, 8 objetos, 3 devueltos, 5 destruidos. Era un trabajo arduo de investigación. El logro mas resonante fue devolver un billetera sin documentos. Tres años de investigación. Se analizaron todos los componentes de la billetera, ninguno tenia el nombre del dueño, solo algunos teléfonos, bastante plata, una figurita del Capitán América, saliendo de la ducha con una gorra de baño, un escudo de Racing, una entrada de un recital de Facundo Cabral.
Empezaron por lo obvio, los teléfonos, nadie reconocía a un hincha de Racing amigo,
( para esa época era bastante humillante decir: soy de Racing. Era mejor callar, por las cargadas) Tampoco se reconocía la fisonomía de la billetera, de cuero en tres tonos de marrón con una franja azul Francia cruzándola de forma perpendicular. Nadie reconocía tener un amigo de tan mal gusto. Facundo Cabral, era la segunda pista, Tartaputo, fue al teatro donde se había realizado el recital, como su trabajo era secreto, tampoco podía preguntar mucho, pero ahí supo que al recital, habían concurrido 357 personas pagando entrada. Bastante para ver a Facundo Cabral. De todas as personas que concurrieron se pudo encontrar a 15, se los entrevisto, y se llego a la conclusión de que nadie conocía al dueño de la billetera. Ya habían pasado 2 años y medio de la pérdida, el presidente riojano estaba por primera vez en el poder, y Destrucción de objetos perdidos de la calle Arenales, vereda par, presionaba para realizar su trabajo, que era destruir la billetera, la última pista, dijo Tartaputo, déjenme la última pista…
La figurita. Jose María Tartaputo, recorrió todas las casas de comics de la ciudad de donde provenía la billetera, Rosario. Cinco meses de arduo trabajo, llego a la anteúltima comiquería de la lista.
Saco la billetera, al empleado se le iluminaron los ojos cuando vio al Capitán América en gorra de baño. Solo se había impreso una plancha con esa figurita. Reconoció la billetera. Era del Tito, un primo de él. Siempre le decían, -Cambia la billetera Tito, es horrible!!! Se emociono mucho al verla. Tartaputo, como investigador profesional que era pregunto por Tito. Tito esta en coma, hace 3 años, un ataque de nervios, nadie sabe porque, dijo el empleado.
Tartaputo se dirigió al hospital con el empleado. Hablaron con la esposa de Tito. Reconoció la billetera. José Maria procedió a devolverla, lleno formularios por triplicado y le hizo firmar a la señora esposa de Tito.
Se entrega una billetera color marrón y azul, un escudo de Racing, papeles con números telefónicos, una entrada usada de un recital de Facundo Cabral, una figurita del Capitán América, (Rosa, la esposa de Tito, se la regalo al empleado) y la cantidad de 450.000 australes.
La tarea estaba cumplida.
Aun hoy, Tartaputo recuerda los ojos de esa mujer al ver tanta cantidad de plata, recuerda haber pensado, Espero que la aproveche….
En el diario de hoy salio la foto del empleado con una sonrisa de oreja a oreja…
Christies remato la figurita del Capitán América con gorra de baño. La compro un gay famoso, U$s 780000. Una fortuna.
Tartaputo, gritaron del fondo, ahí va un paraguas para vos, lo encontró un pibe…