Friday, November 28, 2008

20 años no es nada.


Son días de Revolución. Días de volver a encontrarnos con el pasado. Como si estuviera quieto, manso, en un lugar y nosotros pudiéramos entrar y salir a nuestro gusto. El Efecto, esquivo, es cada 10 años. Como si tuviéramos un recarga de ganas tardía. Se que no es eso. Es sabernos ante la fecha importante, es entender que pasaron 20 años desde que salimos a ver que pasa. La pregunta que todos queremos hacer a cada uno es ¿Y en todo este tiempo… que hiciste (de tu vida)? Para que semejante pregunta, retumbe en nuestro propio cerebro de rebote ¿Y yo, que hice de mi vida?

Veo la cantidad de mails en mi casilla, que contrasta con otra cantidad de mails que recibo diariamente por trabajo y elijo sin dudar los que corresponden al viaje hacia el pasado. Viaje al pasado feliz. El mejor, si tuviera que decir. Nombres sueltos al principio, frases amigables, excitación de vernos, de sabernos juntos. El Cabeza en su infinita sabiduría, me dijo la otra noche al teléfono, después de mas de 15 años de no vernos - Y es la Vida, cada uno se ocupa de sus cosas y perdemos contacto. Como justificando que una carrera, una familia, un trabajo y el desarraigo hacia otro rumbo no valieran tanto la pena.

Es irremediable. Es asi. Y debemos aceptarlo. Nuestra formación hizo el resto. Nuestras ganas de vernos hará la otra parte. Eso que ya se huele. Se leen en cada línea el deseo de participar, de generar cosas de unirnos de nuevo, de preocuparnos por que las cosas sean perfectas, de elegir cuidadosamente los modos y las cosas para que lo mas importante, el cambio de nuestra información. Nuestros 20 años después del CNMM.

No seremos mas que el 50% de los que éramos. Y seguramente hablaremos de nosotros, del hoy, como para precalentar, de los que vimos y que no están entre el 50 % presente, y por ahí perdido escucharemos el primer, te acordas de la chacha? Para estallar en la primer carcajada. Y estaremos abriendo la puerta hacia nuestro propio ayer juntos. El que transitamos desde esa edad en donde sabíamos todo, para llegar a esta edad y nos damos cuenta que no sabíamos tanto y que todavía tenemos mucho por aprender.

Es emocionante ver las parejas de amigos que quedaron. Las polaroid del hoy, son en algunos casos, lo que vivimos en aquella época. Gloria y Gaby. Juampy y Pablo. Juan Martin y Droopy. Para nombrar algunos.

Se me ocurre, caprichoso, pensar en que hubiera pasado si nos hubiéramos mezclado más o si las parejas hubieran sido distintas. Gloria y Juampy. El Negro y Gaby. Blanca y Angie. Y no nombro estos casos como si se hubieran llevado mal, solo movido por la curiosidad. Yo mismo, por ejemplo con Marina. Hoy por ejemplo me doy cuenta que en ese momento no me acerque a Marina a charlar de su vida anterior en otro país. Se que me perdí de mucho por no hacerlo, de saber otras experiencias. Por suerte nunca mas volví a cometer esos errores. Las personas que vivieron cosas distintas a mi son las que mas me llaman la atención para entablar una amistad.

Hoy las expectativas del encuentro son muchas, la capacidad de organización de Pablo y Juan Pablo superan en mucho al ideal. Gaby con sus ganas, Gloria con sus tortitas de panadería y todos y cada uno de lo que propusieron ideas, se sumaron , el negro , siempre dispuesto a ayudar, el cabeza, Daniel, Carola, Blanca, Myri que esta mas alta, Angie desde allá, que nunca se donde es, y esta bien que así sea, Flopi desde acá, Marina con sus disculpas por no estar, Pol y sus deseo de que todo salga bien, y que no llega, Charly que lo veo siempre, Martin que no lo veo nunca, y de todos los que me olvido y no quiero , pero es así.

Mi hija de 14 años, me mira y pone cara de - Ya pasaron 20 años y se reúnen? que bueno!, y veo en ella y en sus amigos, lo mismo que nos pasaba a nosotros, hace un siglo para ella, un suspiro para nosotros, una amistad en algunos y un cariño que a pesar del tiempo se mantiene, que nos hace inscribirnos en facebook para ver que pasa, abrir el mail mas seguido para ver si alguien dijo algo mas y estar atento al otro y a las historia de los otros, que son, al fin y al cabo nuestra propia historia.