Friday, December 19, 2008

Yo no quiero saber porque lo hiciste…

Tirado en la cama descubrí que el cansancio tiene un periodo de cambio de aire. Al menos para mi. Uno se echa en la cama cual jornalero del siglo XIX, trabajador incansable de 18 hs diarias, dispuesto a dormir y al dar la vuelta 345, hastiado del descanso que no llega, decido levantarme, trabajar veinte minutos para darme cuenta que lo único que quería es escribir. Poner el dolor en algún lado, dijo un músico, con la precisión de un cirujano ebrio. El ritual de la pava para el café, ya esta hecho. Hacia mucho que no escribía. Es difícil para mi escribir cuando no existe esa cuota de desazón en el alma que todos necesitamos para empezar a golpear el teclado. Es extraño. Porque es eso, una pequeña molestia, no mas que eso. Pero enciende la mecha de la explosión.

Y en mi es eso.

Exploto en palabras. Surgen de mis dedos como la mugre de la alcantarilla. No es un límpido manantial.

Jamás lo fue.

Jamás lo será.

Yo no quiero saber porque lo hiciste, me basta con verte hacerlo.

Borrar del disco de tu memoria, de la presencia del sentir, los hechos mas preciados para mi, y que para vos pasan desapercibidos.

Minimizar la realidad para llevarla a tu mundo paralelo en donde solo existe el error del otro.

Brindar con todos, por todos y perder la mirada de la persona que amas y darse cuenta que todos, no te incluye.

En el futuro próximo no sos parte. No soy parte.

Los proyectos son solo los tuyos. Sigo sin ser parte.

La diversión incluye no incluirme.

Los peores actos son los que no molestan, sino los que generan indiferencia, en donde la bronca disminuye en grandes trancos hasta desaparecer bajo el velo del “que me importa”, para darse cuenta que si te importa , sino estarías durmiendo, dejandote vencer por el puto cansancio.

Y el circulo no se completa hasta comprender que la felicidad es igual a un comercial de treinta segundos, donde sos bueno, lindo y barato; para caer en picada libre en el ultimo noticiero donde te informan cuantos murieron hoy en el accidente de turno.

Dura eso. Treinta segundos. La ilusión es que esos segundos se repitan en lapsos cada vez mas cortos.

Hoy no muere nadie abruptamente.

Sigo muriendo en gotas, hasta acabar el líquido.

Igual que vos.

Igual que todos.

El secreto no es retardar la velocidad en que cae el líquido, sino como disfrutas mientras cae.

Yo no quiero saber porque lo hiciste, me gustaría pensar que no te diste cuenta al hacerlo.

Con eso basta.

Thursday, December 18, 2008

Que bien huele ese cadáver


- Puerco, mal oliente!! Asqueroso animal!!! ¿Cómo podes oler tan mal? No se como se me ocurrió en tener relaciones con vos. Que olor tan desagradable, baja los brazos.
- Pero, por qué? Porqué me tratas tan mal? Yo te amo... no es cierto que huela tan mal. Además me acabo de bañar y me puse desodorante....
- Operate de la nariz, hijo de puta!! Para vos la cremación debería ser obligatoria, aunque pensándolo bien no creo que algo pueda oler peor que vos, ni siquiera un cadáver.
La primer lagrima empezó a rodar por la mejilla de mi hermano Bob. Ese es mi segundo recuerdo de él, el primero es una conversación que tuvimos cuando yo tenia poco más que seis años...
- Hermanito, tengo que hablar seriamente de un tema con vos
- Dejame jugar a los autitos.
- Te tengo que contar, o mejor dicho alertar sobre algo. Hoy tenes un lindo olorcito como a bebe o como a nene jugando, pero dentro de dos años o tal vez menos, ese olor se transforma en olor, como podríamos decir...nauseabundo.
Es genético, nuestro padre, tenia ese olor tan fuerte, nuestro abuelo, dicen que era peor. Yo lo tengo y vos lo tendrás.
- ¿Qué es nauseabundo?
- Ya te vas a enterar...
Y esas fueron la ultimas palabras, que él me dirigió . Dos días mas tarde de la pelea con su novia que yo había escuchado, se pego un tiro.
Solo tenia dieciocho años . Esa pelea mas otras mas que, sabia, que se repetirían con cada nueva novia que Bob tenía, fueron la causante. O al menos eso me dijeron. Yo sabia que eso no era verdad. Bob murió porque era nauseabundo, como mi abuelo, o mi padre...Y yo seria igual. Al menos mi genética tenia ese mandato. Ahora sabía lo que mi hermano me había querido decir. Yo no lo iba a permitir. Hoy con 15 años se que estoy revirtiendo ese proceso.
Me cuesta bastante. Literalmente, en plata. Gasto mas de la mitad de mi sueldo en desodorante. No compro en las perfumerías. Compro a fabrica directo. Todos los meses voy al distrito de Coventry y compro una gruesa de mi desodorante preferido, 144 envases. Me dura un mes y diez días. Mas o menos, mas de 3 desodorantes por día. Cuando se me ocurrió que lo único que podía revertir el “Proceso Nauseabundo”, como lo llamo yo, era inundar el olor con uno mayor, no pensé que podía darme resultado. Además de ponerme mucho cada vez que me pongo, decidí acortar los tiempos entre puesta y puesta. Exactamente cada 20 minutos, depende de la actividad que este realizando, me pongo en mi casa una “puesta larga”.
Si estoy haciendo algo, se acorta el tiempo a 10 minutos. En la calle es mas complicado. Primero me compre un bolso grande, llevo 3 tubos por la dudas. Además tengo una buena técnica. Si estoy cerca del shopping, mantengo las puestas de mi casa, como estoy caminando cada 10 minutos hago una pasada por el baño del mall. Si no estoy cerca de un baño publico, busco algún callejón y realizo mi puesta.
Reconozco, que tuve que realizar un plan, y una organización. Pero pocos se imaginan lo que se siente al ver morir a tu hermano por el mal olor. Escuchar las palabras : -Hueles peor que un cadáver!!! Como le dijo aquella novia, en esa discusión, es un recuerdo muy feo. Ojala mi hermano, estuviera vivo, seguro estaría orgullo de cómo derrote el mal olor, pero me gustaría tenerlo conmigo para poder contarle mi secreto, y que lo pudiera usar.
Es cierto que tiene complicaciones. Hace casi dos años que estoy con este método, y no pienso cambiarlo. En dos años mi cuerpo sufrió algunos cambios que yo oculto. No quiero que mi madre los vea, porque me mandaría al medico y no se que haría si este me suspende el desodorante. Los cambios tampoco son muy graves, tengo algunas manchas en mi piel y dos o tres bultos chicos debajo de cada axila. Nada de que preocuparse, mientras huela bien.


Un adolescente ingles de 15 años murió a causa de su obsesión por oler bien. Usaba cantidades descomunales de desodorante. La muerte se produjo por un ataque al corazón ya que su sangre tenia diez veces mas de butano y propano que la cantidad considerada mortal.