Monday, July 14, 2014

Sacarme de encima esto.

Invente un personaje para este mundial. Cabeza de Fulbi. Un personaje que nació para explicar lo que me pasa respecto a los mundiales durante ese mes largo. Era muy simple. Cabeza de Fulbi solo ve, mira, come y habla de futbol. Pero en determinado momento se fue de las manos y termino hablando de las oportunidades y de hacer las cosas bien. Y ahí me di cuenta de que no es un personaje sino un gran parte de mi. Creo fervientemente en hacer las cosas lo mejor que se pueda. No creo en el falso orgullo de intentarlo. Si voy a hacer algo tiene que ser lo mejor que pueda hacerlo. Es claro que mis proyectos naufraguen a poco de empezar, porque nunca es suficiente. Siempre se puede mas. Cuando en el 2002 quedamos afuera del mundial en primera ronda sentí orgullo de esa selección. Hoy no. Siento orgullo de sus jugadores. No de todos. En ese momento cuestionaba a todos los que salieron a matar a jugadores y entrenador, el magnífico Marcelo Bielsa. Porque el argentino es exitista. Lo sabemos todos. Si sos segundo sos una mierda, ser primero es lo que cuenta. La gente hoy habla de huevos, de orgullo, de “salimos segundos del mundo contra Alemania que le hizo 7 a Brasil”. Yo hablo de otra cosa. Respeto a la gente que se siente orgullosa y alegre. Ser segundos en un mundial es un gran puesto. Soy Menottista por opción. No opino como Bilardo que dice que del segundo no se acuerda nadie. Pero hoy soy Mascheranista. Para todos los argentinos es el símbolo de esta selección. No Messi, el mejor del mundo lejos digan lo que digan. No el Kun. No el Pipa. Mascherano. Se impuso como líder en un grupo de buenas voluntades, las mejores, es incuestionable. Hablo, grito, ordeno, se jugó la vida y hasta el culo en cada cruce. Cayó nocaut, se levanto y siguió. Todos inundan las redes sociales con sus hazañas. En el medio del orgullo de ser segundo del mundo ( que no es poca cosa) que enarbola el pueblo, el tipo se para y dice “ …este dolor me va acompañar toda la vida”. ¿Cómo dolor? Somos los segundos del mundo, todos orgullosos. Él no. Porque él piensa que podríamos haber sido campeones. Que tuvimos la oportunidad. Oportunidad que desaprovechamos, horrible palabra. Que pudimos hacer mas. ¿Quiénes pudieron? El cuerpo técnico. A los jugadores se les reprocha todo. Que son millonarios, que no dejan la vida en la cancha, que no ponen huevos. Y no en todos los casos es cierto. Pensemos bien de los jugadores. Seamos buenos con ellos. Pero seamos objetivos con el juego de esta selección. Sabella armo un seleccionado para golear. Se preocupo poco por la defensa, tenia al ancho de espada, al de basto y al siete bravo en la delantera. Le ganaron por un gol a Bosnia, por un gol a Iran y por un gol a Nigeria. Si leemos el fixture, funciono. Si analizamos el modo de cada partido, era preocupante. La realidad de la fase de grupo es que tuvimos al ancho de espada acompañado por un 4 de copas y un 7 falso. Nos encomendábamos a Messi, para que salve las papas del fuego. La defensa no era un desastre, pero tenía un jugador al que nadie le tenía confianza. Muchísimas veces Garay, un bastión sin prensa durante todo el mundial, salía a cubrirlo para que no se mande una cagada y quedaban dos con un solo jugador y desprotegido todo el resto de la defensa. Lo sacaron y solucionaron el problema defensa. Pusieron a un tipo que no jugó en todo el proceso. Nadie sabe porque. Pero Demichelis le soluciono el quilombo. Se le achacaba a Argentina que durante 24 años no llego a las semis de un mundial porque no le ganaba a equipos clase A, clase que Argentina integra (Alemania, Italia, Holanda, España, Francia, Inglaterra) en este mundial, tampoco les gano. Empato con Holanda y perdió con Alemania. ¿Pero porque era importante ganar este mundial? Porque a las condiciones, al trabajo, al hacer lo mejor que se puede, se le debe agregar esa cuota de suerte que tenemos que tener. Y la suerte estuvo. El fixture fue inmejorable. Pasaran años para que nos toque tan fácil la primera ronda. Les ganamos a todos por un gol, jugando decididamente mal. Así de fácil fue. Desde los medios nos inculcaron que Suiza y Bélgica eran superpotencias. Y no lo son. Son buenas voluntades, con algunos buenos jugadores. Con Suiza costó mucho. Y ahí tuvimos nuestra cuota de suerte, la necesaria para ser campeón. El palo le dijo que no a Suiza. Con Bélgica poco. La emboco el pipa en los primeros minutos y listo, no paso nada más. Bélgica no era el cuco. Pasamos a semis, nos sacamos una mochila de frustraciones de otros equipos nacionales del pasado que tuvieron muchísimos mejores equipos, pero que no habían podido, porque les falto suerte, o porque fueron duros los cruces. Argentina, al fin enfrentaba a su primer equipo clase A. Al sexto partido!!! Eso dependió de la suerte, y esta estuvo de nuestro lado. (Pensar que Italia e Inglaterra se enfrentaron en el primer partido y quedaron afuera los dos, a manos de la excepción a la regla, Costa Rica.) Holanda y Argentina fue el partido que demostró la falta de coordinación ataque defensa. La defensa fue impecable, el ataque no funciono, porque no había un nexo. Nadie podía llevarle la pelota a los de arriba y los de arriba no pudieron mas que marcar y correr, función para lo que no están hechos. Fue el partido donde Mascherano y Romero pasaron al bronce. Entiéndase que para que Mascherano brille en el juego, es que la estamos peleando en la mitad de cancha, lugar donde no se hacen los goles. El equipo holandés tuvo un sola jugada en todo el partido, el mítico cierre gol del Masche en el minuto 89. Llegaron los penales y el segundo momento mágico de Masche. La charla con Romero, “Hoy podes ser héroe” le dijo y voló para quedarse con dos penales y convertirse en uno. Y llego la final. Y llego una Alemania que le metió 7 a Brasil, al peor Brasil de todos los tiempos, pero que le costó mucho con Algeria, con USA, y con Ghana. Las oportunidades estaban ahí. Y las tuvimos. El pipa quedo solo después de un regalo y definió mal, un contragolpe lo dejo solo al Pipa de nuevo y fue gol en offside. Estábamos cerca. Alemania tenía la pelota pero no había nada que inquietara a Romero. Hasta el minuto 44 del primer tiempo, que la suerte hizo su aparición. Un cabezazo franco, con un Romero vencido, estaqueado en la línea debajo de los 3 palos, un rebote en un rival que le fue a las manos directamente. Tuvimos la suerte del campeón. Y después llego lo que todos vimos la oportunidad de Messi, la de Palacios, jugador que demostró no estar a la altura de una copa del mundo, pero no es de él la culpa, la entrada del Kun que no aporto nada en todo el mundial, pero que tampoco tiene culpa alguna, no se puede jugar lesionado y no tuvo la dignidad de dar un paso al costado, sabiendo de Messi, la oportunidad de ser campeón del mundo no hay que desaprovecharla. Y el penal que fue grande como el Maracaná, pero que era obvio que no nos lo iban a dar. Alemania contra Brasil sabía que el árbitro iba a pitar para Brasil, no dejo dudas, le metió 7. Y nosotros tuvimos al menos 5 oportunidades claras que no aprovechamos. Y sucedió lo que todos vimos, Palacios que es delantero, lo pusieron a jugar de marcador de puntas y es lógico que no cubra el centro, que tiraron en un contrataque parecido a los que sucedieron en todo el partido y no tuvieron peligro, el dominio del alemán fue largo pero Romero no sale como en todo el mundial y cruzo el tiro ante la mirada alegre de un patético pueblo brasileño. La suerte se hincho las bolas. A la suerte hay que acompañarla. Con laburo, con buenas elecciones. Y empezó el dolor del Masche. El símbolo. El que se dio cuenta de que lo tuvimos todo y no tuvimos nada. Y que la revancha es lejos. Es dentro de 4 años. Que quizás no llegue. Ahí sale el orgullo de todos los que se sienten orgullosos. Que el segundo puesto es digno. Que somos casi campeones. Pero que no resisten ni un análisis. Porque nos hicieron creer que con huevos todo se puede, y si no se puede al menos pusimos huevos. Y que coraje es solo un elemento de la ecuación, que también existe la responsabilidad de la elección de jugadores, el trabajo duro del cuerpo técnico, que no podes confiar en que un solo extraterrestre te haga campeón del mundo. Por eso a todos los jugadores muchas gracias, hicieron lo que pudieron. Lo mejor que se les planteo. Mejorar es posible, el mundo mejora en nuevas técnicas de entrenamiento. La mística es solo eso, una palabra. En un mundial deben estar los mejores en cada puesto: el objetivo de un equipo clase A es ganar el mundial, para eso hay que trabajar con lo mejor que tengamos. Este DT nos enseño de humildad, de armar un hermoso grupo, de ser parte de ellos, de responder educadamente a la prensa, de escuchar a los jugadores. El DT debe, ordenar, mandar y establecer las pautas de trabajo. Nadie dice que sea un tirano. La historia requiere decisiones. Pelotas. Los jugadores son solo eso, jugadores. No técnicos. No compañeros de un viaje de egresados. Amamos los héroes. Amamos el coraje. Por eso Mascherano es el símbolo. Escúchalo entonces. “ … Este dolor me va acompañar toda la vida”, dijo. El sabe lo cerca que estuvo. No hay que tenerle miedo al análisis. Eso nos va hacer mejorar. Eso es lo que define la manera de hacer las cosas lo mejor posible.

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